martes, 13 de diciembre de 2016

Objetos interactivos y arte en el espacio público



En principio, toda activación de un proceso mental que tiene lugar durante la observación de una obra artística puede ser considerada una interacción, es decir, con cada obra artística percibida se produce algún tipo de reacción interactiva. Si se elige una definición más ajustada, basada en una interacción técnica, una obra es considerada interactiva cuando la interacción cuenta con una participación tangible del receptor. La encontramos en numerosos trabajos de software, en el ámbito del net. Art como interacción directa y, en un sentido más amplio de la palabra, en los proyectos de los activistas asentados en la red. En este capítulo centraremos nuestra atención en los objetos artísticos o instalaciones que interaccionan, es decir, que captan y procesan señales procedentes del exterior y muestra el resultado de forma perceptible.

Estos rasgos ejercen una influencia variable en el transcurso del trabajo. Esto significa que una obra artística de este tipo no puede estar predeterminada ni en lo que se refiere a su aspecto ni en su desarrollo, y que debe albergar un margen de maniobra para posibles evoluciones. En el amplio campo de las obras de arte interactivas, el espectro de posibilidades abarca desde las que ofrecen una interactividad sencilla, en la que el observador, por ejemplo, sólo tiene que pulsar un botón, hasta las que conectan la instalación y el receptor mediante un complejo sistema de relaciones. Normalmente esto provoca que el receptor permanezca junto a la obra artística más tiempo y a que se produzca entre ambos una interacción más intensa.

Videoplace, un trabajo realizado por Myron Krueger, se considera el punto de partida de la interactividad en el campo del arte digital. En el año 1990, obtuvo por esta instalación la Nica de oro en el apartado de Arte interactivo. La instalación interactiva Videoplace se desarrolló entre los años 1975 y 1984, y en la fase inicial todavía no tenía incorporado ningún ordenador.

 



Entre las obras más importantes de arte interactivo se encuentra una creación del canadiense Norman White, que ya hace más de tres décadas que trabaja en el campo de la robótica y la interactividad, Helpless Robot, 1987.


Simón Bigss participa regularmente con sus instalaciones en grandes proyectos de exposiciones. Torso es una instalación de vídeo interactiva realizada en 1985, que se expuso por primera vez en Sidney. Torso está compuesto por cinco monitores, un proyector de diapositivas, dos videocámaras, dos aparatos de vídeo y un ordenador. A partir de estos elementos se crea una instalación que puede ser entendida como un collage espacial partiendo de las sombras de las personas participantes, vídeos preproducidos y un sencillo trabajo de software generativo. Desde entonces, Simon Biggs trabaja habitualmente, tanto de forma práctica como teórica, en el campo de los nuevos medios.




Su trabajo interactivo más temprano, Agent, está basado en una proyección de los movimientos del receptor. Si la permitida y visible en la proyección. Por el contrario, un movimiento sólo deja una huella. Únicamente cuando la persona se detiene y permanece quieta se hace perceptible.


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